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30/5/11

Carta a mis hermanos

Y me quedé parado, junto a ustedes, mis hermanos, viendo como alejaban a mi madre de mi lado, por injusticias de la vida que nadie hasta ahora comprende.

Pasé como tres días extrañando la leche de mi mamita. Felizmente, un día con solsito (yo me acuerdo), una señorita, así gordita y con cara de haber llorado mucho me cogió de mis bracitos y volteó a ver a una señora y le dijo: mamá, este es. Primero yo me asusté y pensé que había hecho algo malo y que me estaban buscando, pero luego, mi olfato que nunca me falla me dijo que debía confiar; y la miré con signo de aprobación. Ella me tomó entre sus brazos y por primera vez en mucho tiempo me sentí querido.

La señorita me llevó de compras, y jamás olvidaré aquella bonita sorpresa: ¡me compró una cama!, no saben las  ganas que tenía de probarla, hasta que me pude subir, y cómo yo aún era muy chiquito me ganó la pilita en ella, pero felizmente la señorita no se molestó.

Ella siempre me tenía entre sus brazos, parecía que tenía miedo de que algo malo me pase, yo le sonreía, y fue dentro de un carro en donde me atreví a darle un primer beso. Ella sonrió mucho y sus ojos grandes ya no reflejaban esa pena que tenía cuando la conocí.

Cuando el carro paró bajamos en una casa muy grande, y que a mí al principio me daba mucho miedo. Las cosas me olían bien, hasta que un gordito bajó de no sé donde y me miró con ojos de resignación. La señorita le dijo no sé qué cosas, pero vi en ese señor un alma buena, que se llenaba de nostalgias y lágrimas.

Me pusieron de pie en el piso y como no supe qué hacer caminé hacia atrás y todos sonrieron mucho. Yo me sentí bien, y creo, creo que ellos también.

Ese fue el principio de lo que ahora es una buena amistad. Creo también que soy parte de la familia. Les voy a contar un secretito: una noche tuve mucho miedo, me paré y me fui donde la señorita y llorando le dije mamá, a veces creo que no me entiende, pero esa noche sí lo hizo, porque me contestó: ¿qué pasa hijito? Yo más feliz que nunca le dije te quiero.

A mi me da mucha pena cuando mi nueva mami se va. Pienso que ya no volverá. Yo no me portó mal, es cierto, a veces me hago la pichi, pero es que me gana, pero sé que ella no se enoja y me entiende, al igual que mi abuelita Luchi y mi tío Julio.

Tengo también muchos tíos que me quieren mucho, mi mamá les dice pokemones, pero yo les digo tíos, tíos, tíos. También tengo un padrino, que a pesar de ser gato, no resulta ser ningún rival.

Mi mamá está enamorada y tiene su novio. Al principio yo me ponía celoso, pero ahora quiero y respeto mucho al novio de mi mami, tanto que hasta con una mirada le hago caso.

Todos son muy buenos conmigo. A veces ellos tienen que salir, pero me dejan servida mi comida. Antes yo me ponía muy triste y quería salir corriendo junto con ellos, pero ahora entiendo y los espero durmiendo en las colchitas que mi abuelita me teje, aguardando el momento en el que lleguen para enseñarles con ansias alguno de mis lindos juguetes.

A veces pienso en ustedes, y espero hermanos míos, que hayan corriendo la misma suerte que yo.

Con amor y muchos besitos
Mike
(así me dice mi mamita)

1 comentario:

luciajuarez22 dijo...

amia, sin mentirte, tenia un nudo en la garganta cuando lo leia,buenisima! sin palabras! =) mike es lo maximo! =) y su mamita tb! =)